Kumbia Queers presentó Canta y no llores, su cuarto disco, en Niceto Club el sábado por la noche.
Desde las primeras civilizaciones que existe la brecha del legal y lo ilegal. Ese interés de romper la barrera con lo preestablecido arbitrariamente. Con respecto a lo musical, el rock es un claro ejemplo. Sin embargo, no es el único genero que se acerca a la contracultura. La cumbia, desde su lugar en la sociedad, logra el mismo impacto. De esta manera hace casi diez años nació Kumbia Queers. Actualmente, la banda conformada por Ali Gua Gua (Voz & Guiro), Inespector (Batería), Pat Combat Rocker (Bajo), Pila «Zombie» Jackson (Guitarra), Juana Chang (Charango y Voz), Flor Linyera (Teclado).
Norberto «Russo» Verea dice que el rock dice no, cuando dice que si entretiene. En cierta parte es cierto. Pero en verdad el rock también es entretenimiento. Cuando la contracultura del punk rock justamente ya había dicho lo suficiente un grupo de amigas deciden ir mas alla de la contracultura punk. Es así que Kumbia Queers tuvo su origen. La presentación de Canta y No Llores (2015), su cuarto disco de estudio, fue un cocktail donde se pude ver todo esto, y mucho mas.
Previo al show para precalentar el baile DJ Linyera se encargo se armar algunos bailes, para que después se realice un concurso por un vaso guiro (una especie de vaso rayador fernetero). Si bien las puertas de Niceto abrieron a las 20 recién dos horas y media después se encendieron los equipos para que la banda saliera a tocar. La premisa del show fue pasarla bien. Y se cumplió. Si bien al ser la presentación de su último disco el listado fue variado. Durante los primeros minutos sonaron «Tanto me quería» y «Lo peor», pertenecientes a Canta y no llores. Espuma de carnaval inundo a los presentes que nadaban entre bailes, palmas y se ahogaban en sus propios gritos. Teniendo en cuenta que las Queers no es netamente una banda de cumbia, sino una banda contracultura la alusiones al punk y al metal con «Metamorfosis Adolscente» de Flema, «Si pudiera» de Boom Boom Kid, ademas de «La china es cumbianchera» y «Chica de metal» reversionando a The Ramones y Black Sabbath, respectivamente. Además, Sara Hebe subio al escenario para cantar «Plantala». Sin embargo, el auge de la fiesta se vivieron con «Miente», «Gascón» y «Celosa» de sus antecesores Pecados Tropicales (2014) y La Gran estafa del TropiPunk (2010). Sobre el final, nuevamente el baile se adueño del local de Palermo para armar una pequeña coreografía al unisono con la «Kumbia Zombie» aunque todo esto se perjudico al lanzar al aire una reversión punkrocker de «Control Remoto» y así, ese baile transformarse en un rabioso pogo.
Llámese rock, llámese punk o llámese cumbia, las Queers dejan de todo sobre el escenario. Luces, coreos, energía, sudor, risas y lagrimas. Un fuerte golpe a lo establecido dentro de los conservadores del rock, un golpe a ese mundo que aclama por libertad y a veces muestra ser frió, hostil y machista.
Por Jonatan Dalinger
Fotos Laura Pribluda